Aún Estoy Aquí (2024)

Aunque en Cannes ganara a Mejor Guion, el mejor gancho para acercarse a ‘Aún estoy aquí’ es Fernanda Torres, una mujer con maneras de diva clásica, rota y titánica a la vez. La película-regreso del director de ‘Diarios de motocicleta’ sigue sin prisas ni suspenses de pega la superación del duelo de esta heroína, un camino repleto de cogollos emocionalmente poderosos, bien lejos de la lagrimilla fácil. Recordará a su hermanada ‘Argentina 1985’ por ser clásica y durísima al mismo tiempo, pero que nada nos impida volver al cine a aplaudir este canto a la dignidad.

Que no te asuste en término memoria histórica. Aunque esta película va de eso, del recuerdo de cómo le cambió la vida a una familia da un vuelco cuando el padre, diputado izquierdista, fue apresado por el régimen durante la Dictadura militar de Brasil en los años 70, es un drama familiar que no cae en el melodrama y que busca ser inspiracional. El personaje principal, el de la madre, muestra a una mujer indómita heroína de un relato clásico.