Philipp Engel

JustWatch Editor

Philipp Engel es un periodista freelance francés que ha vivido toda su vida en Barcelona.
Se formó como cinéfilo en la más tierna infancia, viendo todas las películas que daban por
televisión, incluidas las que por edad no debería haber visto, y desde entonces arrastra el
incurable trauma de la cinefagia. Se considera disperso, y mantiene intereses en diversos
ámbitos, además del cine, desde la literatura –estudió letras en la Universidad de
Toulouse, lee para editoriales, y ha sido crítico literario– a la música –trabajó diez años en
la industria musical, y tiene una colección de unos 4000 vinilos–, pasando por el
comisariado de la exposición multidisciplinar Suburbia, la construcción del sueño
americano, en el CCCB de Barcelona. La inquietud y la curiosidad le recuerdan cada día
que sigue vivo, no es amigo de la nostalgia: cada época tiene su correspondiente forma
de arte, y ninguna es mejor que otra. Eso vale para el cine y para todo lo demás.

Experiencia y educación

Como periodista y crítico de cine, además de algún fanzine, empezó en la revista
fotogramas, donde trabajó durante 18 años, en la revista como en la web, haciendo
entrevistas, escribiendo reportajes y cubriendo eventos como el festival de Cannes.
Paralelamente, también coordinaba la sección de cine y libros de la desaparecida revista
Go Mag. Más adelante, se prodigó como freelance en diversos medios, como el diario El
Mundo o las revistas Sofilm, Pickpocket o RDL. Es crítico del diario La Vanguardia y
colaborador regular de la revista Cinemanía. También ha programado ciclos como Frío
Polar: La crónica negra francesa, en la Filmoteca Española, y el Cine-Club Histoire(s) du
cinéma, en el Institut Français de Barcelone.

Películas y series favoritas

Es mucho más de cine que de series de televisión, aunque tuvo su momento HBO, como
todo el mundo. Cuando le preguntan por su película favorita, aunque es imposible
quedarse con una sola, siempre contesta El desprecio (Le mépris, 1963), porque tiene
que ser una película de cine sobre cine, y esta lo tiene todo: se rodó en Cinecittà, aparece
Fritz Lang, Jack Palance representa el cine americano, y es una película de Jean-Luc
Godard, el Dios de la cinefilia. No sólo consume cine de autor francés, por el que siente
una natural debilidad, sino que cultiva el noir en todas sus formas –del polar al neonoir–,
siente debilidad por el cine de género italiano –del spaghetti western al giallo–, y por todo

lo que viene de Oriente. Aunque, por encima de todo, lo que más le interesa es el cine
contemporáneo. Como periodista, es un apasionado del tiempo presente.