Pilares de la sociedad (1935)

Douglas Sirk exhibe con maestría su poderío estético en esta brillante adaptación de Ibsen, impregnada de un romanticismo tan desmesurado como conmovedor. Sirk nos sumerge en una trama repleta de traiciones, familias desgarradas y lucha de clases. El cónsul Bernick, un rico armador de una ciudad costera noruega, es un hombre admirado y situado en la cúspide de su sociedad. Su gran ambición es que el astillero que dirige con mano dura se convierta en el más grande del país, con el fin de que el futuro poder de su hijo sea superior al que tuvo él en vida. Su complaciente mundo es minado por el regreso del Oeste americano de su cuñado, Johann Tönnessen, que llega a la ciudad con un circo tras haber sido repudiado muchos años atrás por su familia.