El director británico es uno de los grandes de la historia del cine, con al menos cuatro títulos convertidos en clásicos indiscutibles. Pero lo suyo es puro oficio; no es precisamente un cineasta con un marcado e inconfundible estilo creativo.
Solo hay que ver la disparidad de décadas y géneros que abarcan sus imprescindibles que, por otro lado, combina en ellas géneros como pocos lo han hecho. Del terror de ciencia ficción de Alien, el octavo pasajero en los setenta y el noir distópico de Blade Runner en los ochenta pasó a la comedia dramática de Thelma y Louise en los noventa y a la acción histórica de Gladiador en los 2000.
La ciencia ficción no es un género al que le siente bien el paso del tiempo, sobre todo por el tema de los efectos especiales que van quedando anticuados. Pero la maestría de Scott en factores clave (y atemporales) del cine hace que su Alien siga aguantando: el ritmo y la estructura de su guion, el uso de la música, su poderosa identidad visual… Además de impulsar con esta película la edad de oro del género va y remata la jugada poco después con el hipnótico relato retrofuturista de Blade Runner, que fue lo mejor de un año lleno de grandes títulos del género fantástico, como Tron y ET: El extraterrestre y ha marcado estilo durante lustros.
Lo de Thelma y Louise fue otro hito de la cultura popular, colocando de nuevo a las mujeres en los roles protagonistas en una época en la que eso no pasaba a menudo.
En lo alto de esta lista cuela otra década más, situando el cine de aventuras más clásico en un escenario inédito con Marte, estrenada en 2015. Scott todavía está a tiempo de lograr otro hito en estos años 20, pero de momento repasamos sus 20 mejores películas disponibles en streaming, ordenadas de mejor a peor, y te contamos en qué plataformas puedes verlas.