Es uno de los mitos fundacionales del género fantástico, uno de los arquetipos que mejor explica lo que buscamos en un monstruo. En 1818 Mary Shelley publicara el cuento original, sobre la persecución de Victor Frankenstein de su criatura trágica, destinada a arruinarle la vida como él había destrozado la suya, dotándole de vida pero no de derechos. La marginalidad adquiría un poder semejante al de la electricidad, cuestionando la luz de los avances científicos.
Aunque desde entonces mucho ha cambiado y ahora Frankenstein parece sólo una careta que ponernos en fiestas de Halloween, una parodia vacía de show de sábado noche, detrás de la referencia se esconden algunas de las películas más importantes del cine de terror.
Cómo ver las películas de Frankenstein en orden cronológico
La primera película icónica llega en 1931, El doctor Frankenstein dirigida por James Whale y con Boris Karloff como monstruo-estrella. Vale, ese bicho con tornillos en el cuello, cabeza plana y caminar de zombi no era el filósofo que el libro de Shelley prometía, pero convirtió la pesadilla en un fenómeno pop digno de universo cinematográfico.
Cuatro años más tarde, en 1935, llegaría La novia de Frankenstein, una secuela que llega como calzoncillos nuevos el uno de enero y que, por fin, pone al marginado contra las cuerdas de la soledad. Ahora Frankenstein busca pareja. ¡Ánimos!
La triogía de la Universal se cierra en 1939 con El hijo de Frankenstein, y allí empiezan las anécdotas. Aparece Ygor, interpretado por el mítico Drácula, Bela Lugosi, y Karloff abandona el papel, pero la vida del monstruo sigue en interminables secuelas y cross-overs.
La primera de muchas parodias de Frankenstein llega en 1948, con Abbott y Costello contra los fantasmas… Aunque ninguno de los personajes de la Universal que se encontraba con el tándem cómico, Frankenstein, Drácula y el Hombre Lobo, vistiera en realidad trapos blancos. Las otras versiones humorísticas del monstruo llegaron en los años 70, desde El jovencito Frankenstein de Mel Brooks a, pongamos, The Rocky Horror Picture Show (¿recordáis el Doctor Frank-N-Furter, mente maestra del transformismo horripilante?).
En el reverso serio, tenemos las dos versiones de la Hammer del monstruo, ambas en la clave descarnada-gore que la casa estaba haciendo de Drácula y compañía. Primero vino La maldición de Frankenstein, dirigida por Terence Fisher y con ese tándem maravilloso y ultrabritánico con Christopher Lee y Peter Cushing. Luego está El cerebro de Frankenstein, de 1969… Y claramente, en todo nos quedamos con la original.
Hasta el final de siglo el monstruo no reviviría de nuevo (tocaba alinearse con los tiempos, y que le diera un poco el aire). En 1994, Kenneth Branagh ponía a Robert De Niro como el monstruo y le daba al Frankenstein de Mary Shelley todo el sabor que la novela original había perdido con las décadas. Habíamos despertado al monstruo, que regresaría simpático de la mano de Tim Burton en Frankenweenie (2012).
Solo veinte años después de Branagh, con Yo, Frankenstein, volveríamos al relato inicial, esta vez con Aaron Eckhart. Ese fue un tiempo de revisiones literarias muy serias, y definitivamente menos memorables por sus resultados en taquilla que por el valor que tienen ante un revisionado. Yo les hincaría el diente a ver qué tal han aguantado el tiempo.
Para 2025, esperamos la versión de Frankenstein de Guillermo Del Toro, una adaptación gótica con Jacob Elordi como el monstruo junto a Oscar Isaac en el papel de Victor. Para abrir el apetito, en esta lista puedes descubrir el orden en el que ver las películas más importantes del monstruo de Frankenstein. Para que nunca dejemos de gritar: “¡Está vivo!”.