Valle de sombras (2024)

¿Por qué? Porque es cine grande, claro, limpio. Si te gustan las fábulas para encontrar el sentido de la vida (con yaks), lo más seguro es que ‘Valle de sombras’ te arranque alguna lagrimilla. Si lo tuyo es el exploitation neorural a lo ‘Holocausto caníbal’ y el noir, también tendrás un puñadito de ambos, en las nieves. Pero sobre todo, tiene que gustarte Miguel Herrán: esta es una película Herran-centrista de cabo a rabo, y ya está bien así. Lo dicho, cine ideal para un domingo tarde debajo de la manta.

Valle de sombras llega en un momento muy oportuno a la cartelera, semanas después del estreno en salas de La sociedad de la nieve. Esta historia de supervivencia, entre el drama y el thriller, con una de las estrellas de la casa de papel, Miguel Herrán, está ambientada en el Himalaya en 1999. Tras un infortunio que lo separa de su familia, el protagonista tiene que esperar al invierno en una remota aldea aislada para poder regresar a casa por la única vía posible, el río helado. Para quienes disfrutan de los grandes paisajes naturales en el cine y sienten que han viajado en el tiempo y el espacio gracias a la pantalla.