Amar es para siempre - Temporada 7 (2018)

Todo arranca en septiembre de 1969, un año después de descubrir al asesino de Alonso Núñez de Losada... Marta Novoa comienza a trabajar en el Semanario España Siete Días como accionista; un reto que pone de nuevo a prueba su tenacidad, ambición y defensa del papel de la mujer en la sociedad y en el mundo empresarial. Tiene que compaginar esta labor con la de criar sola a su hijo Félix. Marta inicia una relación con Durán, periodista del semanario. Este idilio se cuece a fuego lento hasta llegar a un gran amor, no exento de dificultades. Marta encuentra en Durán muchos aspectos con los que se identifica, además, es un hombre misterioso y con un punto de secretismo que le resulta atractivo. El conflicto de Durán gira en torno a la muerte de su padre, Ricardo Osuna, un periodista que falleció en París en 1953 y cuya muerte siempre se ha relacionado con el suicidio. Pero algo hará que Durán comience a sospechar que su padre podría haber muerto de otra manera y que Ernesto Armero, el director del periódico, quizás sepa más información al respecto. Y esto llevará a Durán a comenzar a trabajar en la redacción. La redacción del semanario es uno de los núcleos principales de la temporada. Aquí encontramos a Ernesto Ortega, casado con Matilde Velázquez, quien ve cómo su orgullo se tambalea cuando su mujer decide dar rienda suelta a sus deseos con Julián Acevedo, el gran amor de su juventud, que ahora reaparece en su vida. Ambos reavivan una historia de amor truncada tras el exilio del escritor y Armero intenta volver a refugiarse en los brazos de Charo Ponce, una actriz venida a menos, que ahora regenta el King¿s y con la que comparte un oscuro secreto... Los jóvenes también caen en las redes del amor. Susana Acevedo, la hija de Julián, es el vértice de un triángulo amoroso en el que Javier Armero, hijo de Ernesto, e Ignacio Solano, sobrino de Quintero, se disputan su corazón. La buena amistad entre Javier e Ignacio se pone a prueba y se ve profundamente afectada por esta disputa de amor. En el barrio, los Gómez, vuelven a ser testigos del desamor de María, que regresa de Miami con el corazón roto y la confianza mermada tras una relación tóxica con su productor. También, Benito y Benigna sufren una crisis amorosa, por una lectora enamorada de él. Manolita y Pelayo intentan brindarles consejos. Lo mismo les sucede a Teresa y a Quintero, que tienen que lidiar con las correrías de su sobrino Ignacio, un bala perdida que trae a Teresa por la calle de la amargura.